La Cultura de la Incultura (Día después de los Mil Tambores)

Este fin de semana recién pasado se celebro la fiesta de Los Mil tambores, actividad que desde hace un par de años y entendida sociológicamente viene realizándose como una manifestación de rescate de conceptos y patrones culturales, estilo de vida alternativo en base de las nuevas cosmovisiones y entendimiento de la vida clásica moderna, la libertad, la naturaleza  e incluso como una manifestación contestataria en contra de la ideología imperante en el sistema capital.

Si bien la actividad da cabida enormemente a sectores de izquierda y otros de discurso alternativo, es la construcción empírica de quienes profesas ideas, las cuales en la practica se contradicen con las acciones.

Principalmente hago hincapié, pues en la actividad hubo gran presencia de grupos ecologistas, estudiantiles, principalmente universitarios, los cuales tratan de mostrarse ante la sociedad como los acreedores de un nivel de consecuencia el cual es el único camino para poder remediar la tonelada de conflictos que en la actualidad existen, sin embargo, todos ellos una vez sumidos en el carrete (en la cual existe un exceso de copete, drogas y varios), se olvidan fácilmente de sus discursos y supuestos ideales, dando rienda suelta a la destrucción y empeoramiento de los lugares urbanos que tanto dicen defender como patrimonio de la ciudadanía.







Esta falta de consecuencia y esas mínimas contradicciones dejan en claro que sus parámetros fundamentales solo quedan de la boca para afuera y en el caso del día después de los mil tambores, estas fueron las consecuencias.