La elección ya esta aquí, no hay mucha alternativa entre el candidato de una coalición desgastada, falta de ideales que ha gobernado durante 18 años. Por otra parte el peor sujeto que podía presentar la derecha, un apostador bursátil, arrogante, manipulador y que majaderamente insiste en definirse como empresario.Es necesario un relevo político, la concertación se ha venido descomponiendo, los ideales casi no existen, meros administradores del sistema. Pero, entregarle el gobierno a un tipo que esta allí probablemente para satisfacer su ego, es quizás un precio demasiado alto.
No es que la derecha sea mala, ideológicamente no existen grandes diferencias entre la centro derecha y la centro izquierda, hay buenas y malas personas en ambos lados, pero en su interior se vivió un gran juego de ajedrez en el cual gano su peor lado y es la parte que nos ofrecen.
El candidato de la derecha esta demasiado ligado a lo más oscuro, a los grupos de poder transnacional y sobre todo a Douglas Tompkins y su esposa, invitados frecuentes en Tantauco.
Lo que nos lleva a que bajo el gobierno del inversionista, el proceso de consolidación y quizás extensión de los proyectos que Tompkins recrudezca.Por otra parte el candidato continuista es poco amigo de Tompkins y un opositor a los proyectos del ecologista-profundo norteamericano.
Se dice que su gobierno no fue bueno, que no supo manejar la crisis asiática y viajo mucho, pero no sería nada nuevo que un ex gobernante tuviera un mejor segundo mandato, solo como ejemplo nuestro vecino Alan García de Perú.
Entre ambos no son muchas las diferencias en el plano económico, neoliberalismo tenemos para rato. Las diferencias son más sutiles, aunque igual de importantes.
Se dice que su gobierno no fue bueno, que no supo manejar la crisis asiática y viajo mucho, pero no sería nada nuevo que un ex gobernante tuviera un mejor segundo mandato, solo como ejemplo nuestro vecino Alan García de Perú.
Entre ambos no son muchas las diferencias en el plano económico, neoliberalismo tenemos para rato. Las diferencias son más sutiles, aunque igual de importantes.
En la web de la AJN (Agencia Judía de Noticias), el reconocido Sionista Gabriel Zaliasnick declara que para ellos lo mejor sería un gobierno de derecha, con el cual encontrarían mayores coincidencias “valoricas”. Seamos más astutos, no solo coincidencias “valoricas” debe haber, son otras y mucho más profundas las “coincidencias”. Para el Sionismo no cualquier representante de la derecha le es cercano.
Cuando vote, piense en su patria, en el futuro lejano, en los colonos de Palena que viven bajo la sombra amenazante de Pumalin.
Si gana la derecha mantente vigilante, la democracia no termina con el voto en la urna.
Cuando vote, piense en su patria, en el futuro lejano, en los colonos de Palena que viven bajo la sombra amenazante de Pumalin.
Si gana la derecha mantente vigilante, la democracia no termina con el voto en la urna.
1 comentario:
Es cierto lo que se plantea en el blog: es efectivo ese dilema, pero...
En Chile se ha cristalizado una verdadera Nomenklatura (así se denominó a la clase social dirigente comunista que dominaba en la URSS y sus satélites) concertacionista que chupa la sangre de todos los chilenos, que está anquilosada en sus puestos y que anquilosa a todo el pueblo de Chile.
Sacarnos de encima a esa nomenklatura concerta y que se revuelva el naipe es un objetivo nacional.
Con su adhesión a Frei, la gesta díscola de MEO se convirtió en bluff, en algo digno para una opereta.
Por salud pública no podemos permitir que esa nomenklatura siga existiendo.
¿Es necesario, ahora, enumerar la gigantesca cantidad de negociados, corrupciones, traiciones, cuoteos y negligencias que jalonan todos los gobiernos de la Concerta?
Han constituído la más monstruosa asociación ilicita para delinquir que ha habido en nuestro país.
El remedio para ese mal es sacarlos del poder, simplemente desalojarlos (¡como se aterrorizan ante el solo pronunciamiento del verbo "desalojar"), con quien sea, incluso si el candidato presidencial fuese muchísimo peor de lo que es Piñera.
La salud del pueblo chileno no está para las sutilezas que se insinúan en el blog.
Es cierto que lo único bueno que se puede decir de Frei es que durante su gobierno se pusieron cortapisas a la descarada acción imperialista-sionista de Tompkins, pero -con todos los nuevos compromisos adquiridos por Frei en su campaña- no podemos estar seguros de que pueda revertir el entreguismo consagrado con Ricardo Lagos y Francisco Huenchumilla.
Nada más se puede decir a favor de Frei.
Y en contra tenemos a toda esa nomenklatura fatídica que quiere seguir chupando la sangre de los chilenos.
Se necesita algo que remezca el ambiente.
Contra un Frei de nuevo de Presidente ¿como podriamos organizar un movimiento de protesta, de resistencia, de oposición?
Sería ir cuesta arriba.
Con Piñera de Presidente no estarían las cosas aseguradas, pero habría la posibilidad de dar forma a una Oposición Nacional que exija la afirmación de la identidad cultural nacional a través de una educación que la enfatice y que rompa con la educación memorística-enciclopedista de antes de Frei Montalba (1965) y con la posterior educación tecnocática.
Una Oposición Nacional que no acepte enclaves territoriales que interrumpan la continuidad territorial de la soberanía del Estado Chileno; o sea, que se liquide todo el proyecto ecoimperialista-sionista de Tompkins.
Una Oposición Nacional que no acepte la privatización de Codelco ni que las demás empresas mineras no paguen impuestos: que lo que paguen en impuestos no sea menor que la mitad de lo que ganan.
Una Oposición Nacional que exija que las organizaciones sociales, los cuerpos sociales intermedios, la comunidad organizada funcional y territorialmente, esté representada ante el Estado y pueda nombrar y revocar a los legisladores.
¿Que está la Lily Pérez y el Zaliaznik con Piñera?
Pues en la medida que vayan sacando sus garras los tendremos que ir denunciando y atacando.
El remedio puede ser un trago amargo pero no nos queda otra, no nos queda más que votar por Piñera para sacarnos de encima la nomenklatura concerta; no sirven para nada ni el voto nulo ni el blanco ni el abstenerse de votar: nada de esto cuenta y solo ayudaría a perpetuar en el poder a la nomenklatura concerta.
Hay momentos estrategicos en que hay que concentrarse en un gran objetivo (¡desalojarlos!); despues vendrán otros objetivos.
Esta ES la solución del dilema.
Salve.
PETRAS.
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