Dentro del espectro de los derechos democráticos, entendemos que es valido que los ciudadanos expresen sus descontentos y malestares, e incluso yendo más allá, aun es valido que ciudadanos se organicen en grupos que de manera constructiva busquen remover la consciencia del resto de la población.
Pero como ya lo hemos dicho con anterioridad, mientras existan sujetos alienados a ideologías que ven como lucha social el poner bombas a cajeros automáticos o a cualquier cosa que huela a propiedad del gran capital, las consecuencias siempre serán nefastas. Y nefastas no solo por que este “punki loco” se funo la vida con el hecho que le explotara la bomba en las manos, si no también por su amigo que en vez de prestarle ayuda arranco del lugar de los hechos, al más puro estilo de la delincuencia, salvando su propio pellejo y dejando votado al COMPAÑERO. Este hecho deja harto que desear sobre el actuar anarquista.
Hace un año atrás otro anarquista dio término a su vida cuando le exploto en su mochila, una bomba que presuntamente dirigía a la escuela de gendarmería. Este tema causa algo de conmoción, la justicia realizo unas pesquisas del bullado “Caso Bombas”, y todo continuo igual.
Ahora pasado un año, entre otros bombazos en el camino, vemos un caso similar.
Bueno, sería redundante en explicar el por que es una perdida de tiempo y a su vez un favor en beneficio de la represión del sistema la lucha anarquista, si todos sabemos que su lucha es un jueguito de ante sala para el terrorismo, pues han sido muy afortunados al que con sus bombas, solo ellos mismos han salido heridos. Por lo demás. También es muy lamentable pues detrás de estos agentes de la lucha insensata, hay familias que de alguna forma son los que se llevan una gran parte del dolor.
Sus actos se han transformando a esta altura en una entropía social, de la cual la justicia, hace caso omiso.
Así que ya sabe, si ve a un anarquista, antes de comprarle flores, acuérdese de la política de lucha que el abala, acuérdese que con sus bombas mal hechas, si no muere uno de ellos, puede morir usted o uno de los suyos.
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