domingo, 5 de julio de 2009

Hipocresía del día después en píldoras






Hipocresía, puñetera hipocresía esa de la debatida pildorita del día después.


Debate de sordos y de hipócritas, de progresistas y conservadores que se juegan al cachipum delante de la opinión publica un temita que lo han hecho bandera de lucha.


Los Progresistas de la Concertación hinchan las pelotas con repartir la famosa pildorita Postinor II en todos los Consultorios del país, con el argumento de que debe estar disponible a la gran masa que no tiene acceso económico a la píldora, la cual se vende libremente en las farmacias. Dicen que el Postinor II no es abortiva, a la mayoría ni les importa que sea abortiva o no, total a los “Progresistas” le da lo mismo matar un crió en gestación. Argumentan que a los pobres se le debe dar acceso a la pildorita, porque son muchos los embarazos no deseados, muchas las adolescentes embarazadas; como si la famosa pildorita vaya a solucionar la pobreza o impedir que folle una juventud demasiado erotizada o que incluyan el Postinor II en su lista de métodos anticonceptivos, cuando ni siquiera se les ocurre usar condón.


En todos los consultorios de salud se reparte gratuitamente anticonceptivos y condones a los afiliados al FONASA, pero pocos son los que recurren a este beneficio. Miles de huevoncitos ya grandecitos se niegan a usar condón porque aun tienen prejuicios como “es como lavarse los pies con calcetines” o solo por hacerse los machitos, sin entender que no solo previene un embarazo, también una enfermedad venérea.


Por su lado los conservadores, agitando la bandera de los valores cristianos y de defensa de la vida, se oponen a su acceso gratuito en consultorios, porque al ser abortiva va contra sus valores. Sin embargo un buen grupo de Diputados derechistas se dio vuelta la chaqueta y ya no la considera abortiva; solo porque, Sebastián Piñera, su candidato a la presidencia creyó que al estar a favor de la Pildorita podía atraer votos Progresistas. Su opinión respecto a la Píldora es solo un calculo electoral, hipocresía política pura.


Orgullosos de su cristianismo, de sus valores, se sienten superiores moralmente a los Progresistas, porque defiende la vida, esa misma clase política muy cristiana y muy conservadora no les interesa los factores que empujan a una mujer o una niña a abortar. Como es la pobreza, el acceso a la educación después de ser madre o la igualdad de empleo o remuneración.


Los Progresistas no son mejores, una secta que cree tener una superioridad moral respecto a los demás, creen tener un verdad revelada y laica.


A la juventud la erotizan por distintos canales, la música reggeton altamente erotica y sexista donde la temática es el coito casi animal y donde la mujer es rebajada a “perra”, a un pedazo de carne donde hacerse la paja; espacios televisivos “juveniles” de alto contenido erótico como Yingo, donde ser estúpido es top; los mismos Progresistas nos han hablado de libertad sexual por décadas sin hablar de responsabilidad, permitiendo y apoyando cuanta aberración en bien de la libertad.


A los Progresistas de la Concertación, tampoco les interesa la educación sexual, proceso demasiado lento para cambiar el comportamiento de los jóvenes, tampoco les interesa limitar los mensajes erotizantes de los medios de comunicación porque coarta su sagrada diversidad, a los progresistas solo se les ocurre soluciones populistas, soluciones que no son soluciones, son meras banderas ideológicas. Por mientras miles de chicos sin entender nada de nada siguen sus instintos sin ninguna responsabilidad, follando y embarazándose, limitando su crecimiento personal. Circulo de pobreza, que genera mas pobres y la izquierda progresista necesita pobres, muchos pobres para engañarlos con sus viejas promesas y obtener sus votos. La izquierda no es nada sin sus pobres y la derecha conservadora necesita los pobres como mano de obra barata y para arrojarles sus migajas de caridad cristiana, haciéndole casitas o regalándole su ropa vieja, traicionando el verdadero cristianismo.


Los Progresistas de la Concertación, dicen actuar en nombre de los pobres, creyendo interpretarnos. Yo soy pobre, y siempre uso condón o me preocupo que mi pareja use algún anticonceptivo, soy adulto y soy responsable y busco responsabilidad en mi pareja. Los progresistas no preguntan si a nosotros (los pobres) si estamos de acuerdo a que se usen nuestros impuestos (todos pagamos IVA) para costear pildoritas para un montón de irresponsables que tienen el dinero suficiente para tomarse un Bacardi, pagar un motel o comprar unas Nike Shox.


Y me pregunto, y todos deberíamos preguntarnos ¿cuál es entonces la verdadera necesidad de distribuirla en todos los consultorios?, ¿cuándo unidades comprara el servicio de salud y cual será el costo de eso para el estado?, ¿quién ganara económicamente con todo esto?, ¿cómo agradecerán los laboratorios?


Porque no invertimos en educación sexual y afectiva para nuestros jóvenes, para que sean personas integrales, eso seria mucho mas rentable socialmente. Porque la pildorita no solucionara nada, no solucionara ni la pobreza, ni la falta de valores afectivos, ni generara una sexualidad responsable.

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